1.
BIOGRAFÍA
Johan Huizinga fue un historiador holandés nacido el 7
de diciembre de 1872 en Groninga(Holanda).
Estudió en su ciudad natal y en Leipzig (Alemania). Su actividad docente se inició en Haarlem y Amsterdam, tras lo que comenzó a ejercer, en 1905, como profesor de Historia en la Universidad de Groninga y en la Universidad de Leiden en 1915.
Estudió en su ciudad natal y en Leipzig (Alemania). Su actividad docente se inició en Haarlem y Amsterdam, tras lo que comenzó a ejercer, en 1905, como profesor de Historia en la Universidad de Groninga y en la Universidad de Leiden en 1915.
Representa
una corriente historiográfica interesada en la historia de la
civilización.
Sus
estudios se ocuparon principalmente de la investigación y
reconstrucción de formas de vida y pautas culturales en el pasado,
destacando por su penetrante análisis crítico y fiel reconstrucción
de los hechos históricos.
Su
reputación como historiador de la cultura encontró muchos
seguidores en Alemania, sin embargo tuvo problemas con los dictadores
fascistas de Alemania, Italia y España.
En
1942, cuando los nazis cerraron la Universidad de Leiden, fue
detenido, sufriendo confinamiento en St. Michielsgestel y destierro
en Overijssel y Güeldres hasta su muerte.
2.
CONCEPTO DEL JUEGO
“Acción
u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites
temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente
obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin
en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría
y de la conciencia de “ser de otro modo” en la vida corriente”
3.
TEORIA DE HUIZINGA
El
juego es más viejo que la cultura, la
civilización humana no ha añadido ninguna característica esencial
al concepto del juego. Los
animales juegan, al igual que los hombres;
Todos los rasgos fundamentales del juego
se hallan presentes en el de los animales.
La realidad "juego" abarca, como
todos pueden darse cuenta, el mundo animal y el mundo humano;
Por lo tanto, no puede basarse en ninguna conexión de tipo racional,
porque el hecho de fundarse en la razón lo limitaría al mundo de
los hombres.
El juego existe
previamente a la cultura, y existirá hasta la extinción de esta. En
la cultura una de las cualidades es la forma de vida que denominamos
juego. Su objeto es, pues, el juego como una forma de actividad, como
una forma llena de sentido y como función social. No busca los
impulsos naturales que condicionarían, de una manera general, el
jugar, sino que considera el juego, en sus múltiples formas
concretas, como una estructura social.
Mediante el mito,
el hombre primitivo trata de explicar lo terreno y, mediante él,
funde las cosas en lo divino. En cada una de esas caprichosas
fantasías con que el mito reviste lo existente juega un espíritu
inventivo, al borde de la seriedad y de la broma. Los poetas
compararon al mundo con un escenario donde cada uno desempeña o
juega su papel
En esta comparación no se reconocía o no se expresaba
que el juego y la cultura se hallan, en efecto, implicados el uno en
el otro. Ahora se trata de mostrar que el juego auténtico, puro,
constituye un fundamento y un factor de la cultura
Todo juego es una actividad libre. El juego por mandato
no es juego, todo lo más una réplica, por encargo, de un juego. En
este caso habrá de entenderse la libertad en un amplio sentido, que
no afecta para nada al problema del determinismo. Tal libertad no
existe en el animal joven ni en el niño; tienen que jugar porque se
lo ordena su instinto y porque el juego sirve para el desarrollo de
sus capacidades corporales y selectivas. El niño y el animal juegan
porque encuentran gusto en ello, y en esto consiste precisamente su
libertad.
El juego es para el hombre adulto una función que puede
abandonar en cualquier momento. No se realiza en virtud de una
necesidad física y mucho menos de un deber moral, sino que, es una
necesidad que surge del placer que con él experimentamos, sólo se
juega en tiempo de ocio el juego para el adulto es secundario.
El juego no es la vida "corriente”; más bien
consiste en escaparse de ella a una esfera temporera de actividad que
posee su tendencia propia.
Adorna la vida es, imprescindible para la persona, como
función biológica, y para la comunidad, por el sentido que
encierra, por su significación, por su valor expresivo y por las
conexiones espirituales y sociales que crea; en una palabra, como
función cultural
Respecto del juego y lo sacro, lo sagrado no desmerece
porque se le califique de juego, sino que éste queda exaltado porque
su concepto se eleva hasta las regiones más altas del espíritu.
Decíamos al principio que el juego existió antes de toda cultura.
También, en cierto sentido, se cierne sobre todas ellas o, por lo
menos, permanece libre de ellas. El hombre juega, como niño, por
gusto y recreo, por debajo del nivel de la vida seria. Pero también
puede jugar por encima de este nivel: juegos de belleza y juegos
sacros.
Desde este punto de vista podemos precisar más la
conexión íntima entre culto y juego. De este modo se aclara el
fenómeno de la amplia homogeneidad que ofrecen las formas rituales y
las lúdicas, y mantiene su actualidad la cuestión de en qué grado
toda acción sacra corresponde a la esfera del juego.
Respecto del juego y lo sacro, lo sagrado no desmerece
porque se le califique de juego, sino que éste queda exaltado porque
su concepto se eleva hasta las regiones más altas del espíritu.
Decíamos al principio que el juego existió antes de toda cultura.
También, en cierto sentido, se cierne sobre todas ellas o, por lo
menos, permanece libre de ellas. El hombre juega, como niño, por
gusto y recreo, por debajo del nivel de la vida seria. Pero también
puede jugar por encima de este nivel: juegos de belleza y juegos
sacros.
Desde este punto de vista podemos precisar más la
conexión íntima entre culto y juego. De este modo se aclara el
fenómeno de la amplia homogeneidad que ofrecen las formas rituales y
las lúdicas, y mantiene su actualidad la cuestión de en qué grado
toda acción sacra corresponde a la esfera del juego.
Resumiendo,
podemos decir, que el juego, en su aspecto formal, es una acción
libre ejecutada "como sí" y sentida como situada fuera de
la vida corriente, pero que, a pesar de todo, puede absorber por
completo al jugador, sin que haya en ella ningún interés material
ni se obtenga en ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un
determinado tiempo y un determinado espacio, que se desarrolla en un
orden sometido a reglas y que da origen a asociaciones que propenden
a rodearse de misterio o a disfrazarse para destacarse del mundo
habitual.
4.
CARACTERÍSTICAS DEL JUEGO
Las características que identifica Johan Huizinga nos
permiten distinguir y diferenciar la actividad lúdica de otras
actividades.
Definió
el juego con los siguientes rasgos:
- Actividad Libre. El sujeto la elige y se siente libre de hacerla en el tiempo y forma que más le plazca.
- Tiene una motivación intrínseca y fin en sí misma. Es el sujeto el que decide jugar por jugar y no para lograr un objetivo ajeno al juego en sí.
- Tiene limitaciones de tiempo y espacio. El juego comienza y termina en un momento determinado. El mismo jugador lo elige.
- Es una situación ficticia que puede repetirse. Una vez que se ha jugado permanece en el recuerdo como creación o como tesoro espiritual, es trasmitido por tradición y puede ser repetido en cualquier momento. El juego cobra inmediatamente sólida estructura como forma cultural.
- Genera cierto orden y tensión en el jugador. El juego exige cierto orden para su desarrollo y si ese orden se rompe se deshace el mundo que se ha creado para el juego. Lleva al mundo imperfecto y a la vida confusa una perfección provisional y limitada.
- Está regulada por reglas específicas. Existen convenciones respecto a las normas o reglas que delimitan los límites espacio temporales en que se realiza la actividad.
5.
CONCLUSIÓN
Con
la creación de este trabajo hemos podido concluir que sin el juego,
el hombre no sería capaz de crear nuevos mundos. Esto implica que
tampoco habría hombres creativos, interactivos y espontáneos.
Además
podemos concluir que el juego es muy importante ya que relaja, lo que
nos ayuda a mantener buenas relaciones con las demás personas. Y que
el juego siempre debe tener un fin, que generalmente es satisfactorio
para la persona que ejerce la acción.
Por
último creemos que la actividad lúdica es un motivo para la
realización del hombre, en sus ámbitos físicos, psicológicos,
sociales y espirituales
6.
WEBGRAFÍA
http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2009/06/hohan-huizinga-homo-ludens-cap-i.html#.UkBli8YvWLU
(Primer capítulo Homo Ludens)
Molt interessant!
ResponEliminamenos mal que Dani lo publico... yo no se publicar... solo comentar, el próximo día me enseñas Edi????
ResponElimina